Una gran parte de nuestro
malestar y desilusión cotidianos frente a la vida se genera simplemente por el
hecho de habernos fijado unas expectativas demasiado elevadas, o al menos
incorrectas, con respecto a nuestras capacidades, al nivel de compromiso y
fidelidad de nuestros amigos y conocidos, al afecto que esperamos recibir de
otras personas, a lo que se nos debe retribuir por el tiempo que dedicamos a nuestro
trabajo, etc.
En el primer capítulo de la
serie de TV Fargo hay una escena que
describe este hecho con claridad. Un paternal Lorne Malvo (interpretado por Billy
Bob Thornton) declara ante un atónito Lester Nyggard (Martin Freeman):
“Your problem is you spent your whole life thinking there are rules.
There
aren't.
We used to be gorillas.
All we had is what we could take and defend.
The truth is, you're more of a man today than you were yesterday.
How do you figure? It's a red tide, Lester, this life of ours.
The shit they make us eat day after day, the boss, the wife, et
cetera, wearing us down.
If you don't stand up to it, let 'em know you're still an ape deep
down where it counts, you're just gonna get washed away.”
En
el contexto del personaje Lorne Malvo, la vida es una pura anarquía en la que sólo
sobrevive aquél que no se somete a ninguna regla y que es capaz de resistir más tiempo, hasta el final. Quien se deje seducir por la “apariencia” de orden y
racionalidad con que se nos presentan los acontecimientos en el día a día está
condenado a ser eliminado (“washed away”) por quienes no siguen tales reglas
(aunque lo aparenten ante los demás como arma de supervivencia).
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